¿CÓMO CUIDAR DEL PECHO?
Hay dos símbolos femeninos por excelencia: el «culete» y el pecho. Hoy vamos a ocuparnos del segundo, un bien preciado, número uno de operaciones estéticas desde muy temprana edad para aumentar su tamaño y más tarde para repararlo y volverlo a su lugar de juventud. Si no queremos llegar a este punto o retrasarlo lo más posible, hay 5 reglas que debemos de respetar a diario y que nos devolverán nuestro esfuerzo con creces, con un escote pleno, turgente y que lucha ferozmente contra la gravedad… Mejor que el «corte y pega», ¿no?
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Usa una buena crema reafirmante, nutritiva y tensora a diario después de la ducha. Idealmente que contenga activos reparadores, como los péptidos, que su textura te aporte un confort e hidratación perfecta para evitar las posibles estrías de los cambios de peso y que tenga un ligero efecto «wonder-bra» para que cuando te quites el sujetador, siga casi en su sitio.
En caso de embarazo, lactancia y dietas, aplícala dos veces al día para evitar las terribles estrías e, idealmente extiéndela también al vientre.

Bio-Sculpt Busto
Truco: aplica la crema desde la base del óvalo, pasando por el cuello, así aprovecharás la acción reafirmante en la zona del rostro que más cae, y después de aplicarla en el pecho con movimientos circulares, llega hasta la parte superior de los brazos para evitar las «alas de murciélago» que tan difíciles de tratar son.
Nuestra solución: Crema Bio-Sculpt Busto de Esthederm que cumple con todas estas características y que tiene muchas clientas adeptas con un escote divino…
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Realiza cada día una serie de 20-25 repeticiones de ejercicios para reforzar la musculatura del pecho. Esto no mejorará la calidad de tu piel, pero sí que aumentará el volumen de los pectorales y por lo tanto rellenará el pecho, empujándolo hacia el frente y lo mostrará más turgente y firme.
Mi ejercicio preferido: las flexiones. Si no puedes hacerlas seguidas, las haces de 5 en 5, habrás terminado en un pis-pas. Y si no puedes hacerlas como los militares, apoya las rodillas en el suelo, para empezar no pasa nada. Eso sí, intenta mantener tu cuerpo lo más recto posible, sin dejar caer la cadera ni levantarla en exceso. Verás cómo funciona!
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Al final de cada ducha, aplica un poco de agua fría o fresca en toda la zona del escote y busto. Ya sé que es horrible, sobre todo para las que nos gusta el agua muy caliente, pero es un magnífico estimulante y dinamizante de la circulación sanguínea, lo que aportará diariamente una nutrición y oxigenación extra a tus tejidos y los mantendrá jóvenes más tiempo.
Abre el grifo del agua fría, mantén la respiración, cuenta 5 segundo en cada pecho y ¡listo!
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Tu arma de Lara Croft: el sujetador. Que se adapte perfectamente a tu copa, que lo sujete bien y que se ciña bien a tu contorno para que no se te suba por la espalda y deje caer el pecho (de ahí la importancia de una buena marca con muchas opciones contorno/copa). La forma, tú lo decides, pero que sea bueno y que no ceda rápidamente el tejido.
Muy importante: sujetar bien el pecho si haces gimnasia. Una prenda especializada reforzada por un top deportivo es un «must» si quieres estar delgada, en forma y con el pecho en su sitio.
Consejo: escoge sujetadores bonitos, pero más anatómicos para el día a día y reserva los sujetadores espectaculares, pero por lo general menos efectivos, para los días especiales…
5
Evita los cambios bruscos de peso y volumen. Con estas subidas y bajadas los tejidos sufren mucho y llegan a «resquebrajarse» para no poder recuperar más su forma original. Intenta mantener tu peso ideal, no subas ni bajes continuamente más de 2 kilos. Y si te quedas embarazada o empiezas una dieta, ya sabes lo que he puesto en el punto uno, ¡esencial!
Y termino con una anécdota que nunca pude comprobar si era cierta al 100% pero que me sirvió de inspiración. Cuando era más joven me contaron que las francesas eran las mujeres con el pecho más bonito y las que mejor lo mantenían durante toda su vida. ¿Su secreto? Los 5 cinco puntos que ya te he contado y uno más… No dejaban que sus amantes acariciaran su pecho de cualquier manera… los educaban para que les ayudaran a mantenerlo bonito y en su sitio… ¿Cómo? Siempre con suavidad y en movimientos ascendentes, nunca tirando del pecho hacia abajo. Tú decides…
Y si tienes más dudas, ya sabes, puedes escribirme, soy Victoria.