
Sharon, un icono del tratamiento antiedad
¿CÓMO TRATAR EL ENVEJECIMIENTO PARA OBTENER UN RESULTADO NATURAL?
Aunque cada vez se van acercando más las tendencias, no podemos decir que todo el mundo tenga el mismo enfoque en el tratamiento del envejecimiento. De forma general podemos decir que la persona que quiere luchar contra los signos de la edad tiene diferentes herramientas:
- Los tratamientos tópicos aplicados a domicilio: los productos de tratamiento que pueden ser comprados en puntos de venta muy diferentes, desde supermercados hasta perfumerías de lujo, pasando por el centro de estética e internet.
- El complemento nutricional antiedad: el objetivo es tratar por dentro lo que ya se está tratando por fuera para alcanzar una mayor eficacia.
- Los tratamientos realizados en los centros de estética: estos tratamientos pueden ser 100% manuales o incorporar diferentes máquinas.
- Los tratamientos realizados por los médicos estéticos: de igual forma puede ser aplicación de producto más o menos invasiva con o sin la combinación de aparatología.
- Las operaciones de cirugía estética, más concretamente los liftings, tanto los completos como los micro-liftings.
Si tomamos cada una de estas soluciones por separado, todas tendrán un efecto mayor o menor en el envejecimiento, pero el resultado sólo será óptimo si sabemos combinarlas correctamente en el tiempo y en el espacio. Por ejemplo, no es lo mismo tratar una arruga con la toxina botulínica nada más que combinar este tratamiento con una cosmética y una aparatología regeneradora que refuerce los tejidos en una acción inside-out (de dentro hacia afuera). En estas combinaciones estará, al final, el secreto del efecto a medio-largo plazo y de la calidad de la piel, lo que marcará un resultado más o menos natural. No es lo mismo una piel sin arrugas, pero frágil, de textura madura y color apagado, que una piel sin arrugas y de textura «jugosa» y vital. Siempre parecerá más joven ésta segunda.
Por tres razones:
- Porque el envejecimiento, aunque nos cueste verlo a veces, no se ve en un síntoma. Hay personas con arrugas que se ven muy jóvenes… El envejecimiento es algo «global» pautado por una degeneración general progresiva. Por eso si atacamos sólo un síntoma, no obtendremos el mismo resultado que si atacamos la piel como un órgano completo.
- Porque para obtener un buen resultado no podemos tratar sólo un elemento de la piel, sino que tenemos que verlo como un órgano vivo complejo y cubrir todas sus carencias, comenzando por las causas de ese síntoma. En el ejemplo de la arruga, podemos paralizar el músculo de expresión y la piel mejorará por la ausencia de movimiento, pero no estaremos reforzando su estructura que es el origen de la arruga. De ahí la importancia de la regeneración en profundidad.
- Porque cada solución nos aporta un resultado y todas pueden funcionar en sinergia de una u otra manera. Unas soluciones tratarán el músculo, otras la piel en superficie, otras la piel en profundidad, otras nutrirán para optimizar su metabolismo, otras actuarán de forma inmediata y otras mantendrán los resultados… Ninguna opción debería excluir a la otra, sólo hay que manejarlas con conocimiento e inteligencia.
Tener en cuenta estos tres puntos, además de una mano estética «responsable» y con gusto, nos dará un resultado más naturalmente joven, como el de Sharon Stone, evitando resultados artificiales y que no logran enmascarar la edad, sino caricaturizarla.
Por estas tres causas una de las tendencias es dividir los protocolos antiedad según la edad cronológica de la piel combinando en cada una de las etapas técnicas antiedad diferentes:
- Hasta los 30
- Hasta los 40
- Hasta los 50
- A partir de los 50
Pero también hay que tener en cuenta el envejecimiento prematuro, porque una piel de 40 puede parecer de 50 por las agresiones que ha sufrido, lo cual variará el protocolo.
En futuros posts detallaremos los protocolos dedicados a cada edad y hablaremos más en profundidad de las diferentes soluciones.
¿Quieres saber cuál es la solución adaptada a tu envejecimiento? ¡Ponte en contacto con nosotros! ¡Escríbeme, soy Victoria!